Sueños y realidades

Soñó con ella aquella noche. Sus ojos desorbitados al despertar le daban la pauta de que así había sido. Un hilo de baba caía de su boca y llegaba a un improvisado lago salival que se fundía en la almohada.
La transpiración de su cuerpo impedía que las sábanas resbalen y la cama se transformó en una trampa de la cual era casi imposible salir. Una vez sorteado el escollo se encontró desnudo y de pie ante el placard. Casi por instinto abrió la puerta y sacó una remera que en algún momento supo ser roja y ahora apenas acariciaba la rosedad.
Un slip con dibujos búlgaros bajo la bermuda azul y las alpargatas de yute complementaron su vestuario.
Pronto para salir, se acercó al baño a descargar un torrente de orina que tras rebotar contra los bordes del inodoro y salpicar el piso, encontró su centro para caer al agua. Sin lavarse las manos tomó el desodorante en aerosol del estante sobre el lavatorio e intentó rociarse con él, mas fue en vano. Hacía varios días que se había terminado.
Del botiquín tomó una hoja de afeitar oxidada y un trozo de espejo, atravesó la habitación y tomó un papel metalizado de entre las hojas de un libro. Su tapa rezaba "Mas allá del bien y del Mal", su autor, Friederich Nieztche.
Desdobló el papel metalizado y vertió su contenido sobre el espejo, cuidadosamente con la hoja de afeitar lo dividió en tres líneas. Las observó durante unos minutos en silencio. Luego entonó una estrofa de "La Marsellesa" y observando nuevamente las tres tiras sobre el espejo se dijo: -Impossible is nothing.
La líneas desaparecieron y el sueño, esta vez mientras estaba despierto, volvió a aparecer. Mientras, Petrescu, su cachorro labrador rogaba con aullidos un poco de alimento balanceado...