15 de julio de 2010

No fue gracias a Dios...

Esta madrugada se aprobó una ley histórica en el Congreso de la Nación. Pese a los fundamentalismos y las creencias religiosas intolerantes hubo una lección de ciudadanía democrática.
Realmente me siento feliz. Nada cambia en mi vida particular, pero si en la vida en general: No más exclusiones, y no fue justamente gracias a Dios. (Al menos el de la institución)
Como en post anteriores, vuelvo sobre el amor. No hace falta que lo explique. Tampoco sabría como hacerlo.
Quizás este video, nos pueda dar una remota idea de como lo vivió alguien que parece afectado por el tema. No es la mejor calidad de audio y video, pero si la mejor calidad de humanidad que vi hace tiempo en la Web.

1 comentario:

Astrid dijo...

Yo también estoy feliz y me da orgullo pertenecer a esta sociedad cuando pasan estas cosas! Viva el amor y la felicidad, sin rótulos ni prejuicios!