Mis amigos y su dulce espera

Mis amigos están de espera, específicamente de dulce espera. Joaquín Sabina en una de sus mejores canciones habla de una "sala de espera sin esperanza", pero no es el caso. Esta sala de espera está repleta de esperanzas y de ilusiones. En tanto, Andrés Calamaro canta: "Estoy tratando de decirte que me desespero de esperarte" y bien que está en lo cierto...el tiempo y las semanas pasan, pero nada detiene esta ansiedad de ver a nuevos sobrinos del alma (no serán de sangre, pero el sentimiento es igual)

Quisiera que sepan a través de unas palabras virtuales, tipeadas desde una fría computadora, pero dictadas desde el más cálido sentimiento del corazón, cuanto significa para nosotros que ellos prolonguen su vida a través de nuevas personitas. Porque la vida es así: te quita a veces, pero también te da.
En un año que a nosotros nos quitó a una persona tan importante, podemos sentirnos felices de que estas dos nuevas criaturitas lleguen al mundo. Felices de verdad, porque sabemos que buscaron este momento y finalmente llegó. Porque vamos llegando al momento de pensar en pañales, en noches sin dormir, en el bolsito y el cochecito...y eso, será impagable. porque crecimos, maduramos (o no tanto, pero quizás sea bueno), proyectamos y concretamos...

Estamos inmensamente contentos de verlos disfrutar de las "pancitas" de sus primeros movimientos, de las ecografías, de la incertidumbre de si será un príncipe o una princesa quien tome el poder en sus casas y que todo gire como un trompo alrededor de su pequeña figura.

Por eso les deseo a mis amigos que disfruten estos momentos y les agradezco por la felicidad que nos regalaron con sus noticias... Una ventana por donde entra el sol en esta vida que a veces nos encargamos nosotros mismos de nublarla.