Se hacía de noche y mis ojos no divisaban más que siluetas en esa habitación que yacía en una penumbra que buscaba ser total oscuridad en breve. Mis ojos cual ciegos no se ubicaban en tiempo y espacio.
Entonces, como en esos momentos en los cuales uno se desespera sin saber por qué, salí a buscarla. Apresurado, esquivé aquel primer obstáculo que mi memoria situaba a la derecha de mi pierna. Luego, sin dudarlo, quise sortear el siguiente escollo que recordada a 45 grados a la derecha. Error. Mi pie desnudo y desprotegido golpeó cual martillo al yunque contra la pata de la cama y un alarido salió de mi boca. Un insulto al aire, una queja y un lamento casi reprimido.
De repente la luz se encendió y quedé totalmente ciego, dolorido y atormentado. Por suerte era ella, que con su canto de sirena me preguntó: -¿Qué te pasó?.
Ya nada podía pasarme, estaba encantado y flotando por los aires. Ella estaba conmigo.
Entonces, como en esos momentos en los cuales uno se desespera sin saber por qué, salí a buscarla. Apresurado, esquivé aquel primer obstáculo que mi memoria situaba a la derecha de mi pierna. Luego, sin dudarlo, quise sortear el siguiente escollo que recordada a 45 grados a la derecha. Error. Mi pie desnudo y desprotegido golpeó cual martillo al yunque contra la pata de la cama y un alarido salió de mi boca. Un insulto al aire, una queja y un lamento casi reprimido.
De repente la luz se encendió y quedé totalmente ciego, dolorido y atormentado. Por suerte era ella, que con su canto de sirena me preguntó: -¿Qué te pasó?.
Ya nada podía pasarme, estaba encantado y flotando por los aires. Ella estaba conmigo.
1 comentario:
... alguna vez me dijiste que si estaba más tiempo con vos, me quedaría para siempre... te amo!
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